5Foto© theobjective.comMuere a los 96 años el arquitecto Frank Gehry, el autor del Museo Guggenheim de Bilbao
En la fecha de inauguración del Guggenheim, octubre de 1997, el arquitecto canadiense –pero afincado en Estados Unidos desde hace décadas– ya tenía el Pritzker, el premio de mayor valor dentro de la profesión, y proyectos rompedores que le habían dado fama, como la reforma de su casa en Santa Mónica. Realizada con malla metálica, madera contrachapada y asfalto negro para el suelo supuso un desafío, no exento de humor, al glamur de la zona en que vivía, aunque los vecinos no lo entendieron y le denunciaron.
La frustración por no haber podido construir el Walt Disney Concert de Los Ángeles tuvo un efecto beneficioso para el museo. Adaptó su diseño, el más audaz que había realizado con la herramienta informática Catia, hasta entonces empleada en la aeronáutica, para probar que el proyecto valía la pena. Lo hizo en Bilbao y en ese momento despegó la ciudad.
Cercano, directo, práctico, ambicioso en sus obras pero con un acreditado control del presupuesto. Así le definían amigos y colegas al arquitecto que falleció este viernes a los 96 años, y al que tanto le gustaba el País Vasco, hasta el punto de pensar seriamente en hacerse una casa en Urdaibai o en Artxanda. Sobre una de las mesas de trabajo de su estudio reposaba una pequeña escultura de Oteiza, el artista que tanto despotricó contra el Guggenheim y contra su edificio, y del que finalmente se hizo amigo.