
María Pombo tiene razón: leer no te hace mejor persona, lo que quizás no sabe es que te alarga la vida
La pequeña de las hermanas Pombo tiene razón. Leer no nos convierte en seres de luz alejados de toda maldad, pero sí que puede ayudarnos a regular nuestras emociones, comunicar mejor, pensar con más claridad, tomar mejores decisiones, ejercitar nuestra memoria, prevenir la demencia, tener más empatía, dormir mejor, ser más creativo e incluso vivir más años.
Y esto no es una opinión personal, lo dice la ciencia. «Leer en papel de forma habitual tiene efectos profundos y medibles en el cerebro y en nuestro bienestar general. Es como llevar nuestra mente al gimnasio», resume Diego Emilia Redolar, profesor titular del Área de Psicobiología y Neurociencias de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Empecemos por lo básico: leer no es una capacidad innata. «A diferencia del lenguaje oral, el ser humano no nace con estructuras cerebrales diseñadas para la lectura. Aprender a leer implica un esfuerzo consciente, una especie de reconfiguración neuronal. Cuando nos iniciamos en la lectura, el cerebro necesita reclutar regiones que normalmente se encargan de otras funciones cognitivas y, con la práctica, estas regiones no solo aprenden a leer, sino que potencian otras habilidades como, por ejemplo, la resolución de problemas matemáticos», apunta el experto.