Los suicidios juveniles siguen desbocados mientras caen los de adultos

Los suicidios juveniles no paran de crecer y se desmarcan en España de la tónica general. Mientras los adultos que se quitaron la vida en 2024 bajan por segundo año consecutivo, rompiendo la tendencia creciente del último lustro, las autolisis de menores de 25 años y, especialmente las de adolescentes, que también habían frenado su avance en 2023, volvieron a dispararse el año pasado y se sitúan muy cerca de los máximos históricos de 2022.

Los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que la reducción de los suicidios entre los jóvenes vivida el año pasado, que pareció frenar el crecimiento de casi un 50% que registraban desde 2017, fue solo un espejismo. Las cifras finales de 2024 muestran que el año pasado se quitaron la vida 210 menores de 25 años, siete más que un año antes. Es un aumento del 3,4% y, lo que es peor, roza de nuevo los máximos de 2022, cuando las autolisis alcanzaron en España a 212 jóvenes.

El relanzamiento de esta tendencia es muy preocupante, pero lo es más si se pone la lupa en los datos de la franja de edad correspondiente a los adolescentes. Los suicidios de chicos de 15 a 19 años aumentaron en 2024 hasta las 78 víctimas, lo que supone doce más que solo un año antes y un incremento de las autolisis a esas edades del 18% interanual.