© canarias7.esLos accionistas de Talgo bendicen la llegada del consorcio vasco y dejan la operación lista para su cierre
A mediodía de este viernes ha terminado la junta de accionistas que ha refrendado con más de un 97% de votos favorables todas las cuestiones en las que el consorcio vasco formado por Jainaga, Gobierno vasco y las fundaciones BBK y Vital han venido trabajando durante más de un año.
El orden del día contemplaba tres cuestiones determinantes: la entrada de la Sepi, que se hará con 7,8% de la empresa pagando 45 millones de euros; una inyección financiera de 770 millones en créditos de un 'pool' bancario liderado por Santander, BBVA y Caixabank, junto a una línea de avales de otros 500 millones; y la reducción del consejo de administración a ocho miembros que representarán a la nueva propiedad en la que el 30% quedará en manos del consorcio vasco.
Así las cosas, los acontecimientos irán sucediendo en cascada antes del 31 de diciembre y dejarán el timón de Talgo en las manos del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, para entrar en 2026. Será ahí cuando se materialice el regreso de la sede a Euskadi y empiecen a trabajar los nuevos directivos para hacer rentables los casi 5.000 millones de pedidos que actualmente ahogan a la empresa. Todo un símbolo que remata la primera operación de arraigo industrial y del que el Gobierno del lehendakari Imanol Pradales ha hecho bandera de la legislatura.