Licores, turrones y otros dulces para una sobremesa de fiesta
Tanto para el local como para el turista siempre queda mejor un selfi en la bola de Navidad de Las Canteras o en la alfombra roja de Mesa y López que uno con un agente de policía o de bomberos, que ni siquiera van a caballo o usan gorro con plumero, que sería más vistoso. La seguridad y la prevención son el aceite del agua de la diversión, y como dice el dicho, una fiesta es una fiesta.
Que aumente la inseguridad en las calles o que venga a sacarte de tu casa en llamas el único bombero de guardia de tu parque zonal son los efectos colaterales que hay que estar dispuestos a asumir por la fiesta hasta morir.
Resulta cuanto menos esperpéntico verlos defender el carnaval porque no solo es un espectáculo, sino una industria que da de comer a muchas familias y no percibir que los 400 agentes de policía son otros tantos puestos de trabajo que también dan de comer, más las decenas que faltan en bomberos, en los servicios de limpieza, en parques y jardines, en la administración general, en atención al público…