
Las protestas se extienden más allá de California y Trump amenaza también con el ejército
La jornada del miércoles estuvo marcada por una calma tensa en Los Ángeles, donde comenzaron los disturbios la semana pasada. «Diría que, en general, todo está en orden aquí en la Zona Cero», comentaba Lynn Sturgis, una maestra jubilada de 66 años.
Más de 1.000 personas se congregaron en la segunda ciudad más grande del país para participar en esta sexta jornada de movilizaciones, que transcurrieron de forma pacífica. La segunda noche de toque de queda en el centro de la metrópolis para controlar los actos de vandalismo y saqueos tuvo el efecto deseado por la administración Trump.
El magnate republicano había dicho poco antes en redes sociales: «Si nuestras tropas no entraran en Los Ángeles, ahora mismo estaría ardiendo». Añadió que sus habitantes tuvieron «mucha suerte».