
«Las mareas sorprenden a quien viene del Mediterráneo»
– Lleva toda la vida vinculada a la playa de San Lorenzo y al Servicio de Salvamento. Podría decirse que sus primeros pasos los dio a la orilla del Cantábrico, ¿no?
– (Risas) Prácticamente toda la vida. Mi padre, Maximino, que fue jefe de Salvamento muchos años, me traía aquí de muy pequeña y ya con 13 o 14 años me animó a hacer un curso de primeros auxilios. Con la mayoría de edad empecé a trabajar en el Servicio, un empleo de verano mientras estudiaba, como hacíamos antes. En 2002 aprobé la oposición para ser responsable de Salvamento y aquí seguimos. Pasé por todas las fases.
– Hay grandes expertos que han estudiado la dinámica de la arena de San Lorenzo y de la bahía de Gijón y la conocen muy bien. En cuanto a la seguridad de las playas, pues sí que estoy bastante al tanto. Ese es mi cometido. Para eso estamos trabajando.