
La Semana Santa de Sevilla fuera de las costuras de la religión
Asegura la escritora sevillana Eva Díaz Pérez en su libro Semana Santa Insólita (Almuzara) que “hubo un tiempo, no muy lejano, en el que Sevilla fue atea y anarquista, cofrade y sagrada, libertaria y tradicional. Fue un tiempo lleno de historias curiosas que se guardan en la memoria oral porque apenas se han escrito y rescatarlas es casi imposible, ya que muchos de sus protagonistas han sucumbido al tiempo y al olvido”.
Efectivamente, más allá de lo que cuenta el canon ortodoxo, en los márgenes de la oficialidad, la Semana Santa de Sevilla tiene también una interesante crónica como fenómeno sociológico que explica a una ciudad a través del tiempo. Una manifestación cultural que es arte, es tradición, pero también es política, objeto de deseo para el poder y tiene tantas lecturas como espectadores de este gran teatro del mundo en el que se convierte la ciudad cada año, de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección.
Desde un punto de vista histórico, probablemente el primer libro que hace esta interpretación de la Semana Santa como fenómeno, no tanto religioso, sino sociológico, es Teoría y realidad de la Semana Santa, del poeta Antonio Núñez de Herrera (1900-1935), que ha rescatado la editorial sevillana Renacimiento.