
La Cena señorea en una tarde atípica de Ramos
Últimamente he despedido a demasiados compañeros de trabajo y a menudo me queda la impresión de que han sido fundamentales, ya sea un director o un redactor o un jefe de deportes, una subdirectora, fotógrafos, una diseñadora. Se van. Lo dejan. Terminan. ¿Y qué pasa después, al acabar se invalida lo que hemos sido trabajando?
Por mucho que el trabajo se esté convirtiendo en una acequia donde se impone la supervivencia, por mucho que el mercado esté agrandando la brecha entre lo laboral y lo personal, imponiendo los 'ebitdas' a dentelladas, hay algo que persiste. Y lo vi en esa cena. ¿Se puede desligar quién eres afuera de quién eres en el trabajo donde —no nos engañemos— estás por un salario?
¿Perdemos o ganamos al separar ambas facetas?
Yo no tengo la respuesta, pero la serie 'Severance' ('Separación', en Apple TV) plantea esta hipótesis. Y el escenario es inquietante.