3Foto© canarias7.esIrlanda elige a la progresista Catherine Connolly como presidenta
Connolly, de 68 años, es una figura atípica en la vida política irlandesa. Psicóloga clínica, abogada y veterana parlamentaria por Galway West, ha pasado gran parte de su carrera en los márgenes del sistema. Hija de un carpintero y criada en el barrio obrero de Shantalla, perdió a su madre a los 9 años, una experiencia que, según declaraciones a la prensa, marcó su visión sobre la desigualdad y la resiliencia, sobre todo porque su padre tuvo que asumir la crianza en solitario de catorce hijos.
Casada y con dos hijos ya adultos, estudió Psicología en la Universidad de Leeds, Derecho en la Universidad Nacional de Irlanda en Galway y ejerció ambas profesiones antes de incorporarse a la política local a finales de los años noventa. Fue elegida concejala laborista en 1999 y alcaldesa de Galway en 2004, pero abandonó el partido tras desavenencias internas. Desde entonces ha actuado como independiente, elegida diputada en 2016 y posteriormente vicepresidenta del Dáil Éireann, el Parlamento nacional, cargo que ocupó entre 2020 y 2024.
Su ascenso a la primera línea nacional ha sido fulgurante. Cuando anunció su candidatura presidencial el pasado julio, pocos la consideraban una aspirante viable. Pero el respaldo progresivo de los socialdemócratas, People Before Profit, los laboristas y, finalmente, el Sinn Féin, que renunció a presentar aspirante propio, le dio una base política sólida. La campaña se transformó rápidamente en un movimiento de protesta articulado por la izquierda social, amplificado por el apoyo de artistas y jóvenes votantes.