
¿Fuegos indomables o mejor control? La contradicción en el tiempo de extinción de los grandes incendios
España se enfrenta de nuevo a la amenaza de los grandes incendios, con casos como recientes los de Ávila (las 2.800 hectáreas afectadas de Las Hurdes y las 2.200 del Valle del Tiétar) o los anteriores de Lleida, con dos fallecidos (5.600 hectáreas arrasadas), y Tarragona (3.300 hectáreas, la mitad dentro del Parque Natural dels Ports). Todo ello con la mirada puesta también en Occitania, con más de 16.000 hectáreas quemadas, un muerto y tres desaparecidos en la mayor catástrofe forestal de Francia durante este siglo.
Los Grandes Incendios Forestales (GIF), aquellos con al menos 500 hectáreas afectadas, no son solo cosa del presente. España lleva la cuenta de 2.203 desde 1968 hasta 2023: 2.218 del buscador de la Estadística General de Incendios Forestales (EGIF), completados con 85 casos más desde 2020 de los informes actuales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Pero ahora los tiempos de extinción son más largos que antes.
«Hemos asistido a un crecimiento descontrolado de la masa forestal», afirma José Luis Liz, CEO y director técnico de la startup Pyro para rastrear y luchar contra los incendios forestales. «El abandono del medio rural y la pérdida de usos tradicionales del territorio han favorecido una expansión continua del monte», detalla. Mientras que antes había «zonas agrícolas, ganaderas o mosaicos agroforestales», ahora las llenan «grandes extensiones de vegetación sin orden ni interrupciones, lo que favorece incendios más intensos y extensos».