Europa está a tiempo de salvarse

Escribo estas líneas con 'El hombre pájaro', de Robe Iniesta, sonando de fondo. Estos días también he escuchado mucho a Ilegales, esenciales en mi memoria emocional, y ayer cité en mi columna de televisión al malogrado Rob Reiner, artífice de algunas películas de culto generacional. Se nos van los ídolos, a veces antes de tiempo. Mucho antes.

Quienes seguimos y conocemos a tanta gente tenemos que interiorizar lo inevitable: cada vez es más habitual, con el inexorable paso del tiempo, la despedida de seres queridos, de colegas y talentos que alivian nuestra complicada existencia, haciendo más fácil el viaje.

La semana pasada visité París, una vez más, y me dejé llevar por las calles del cementerio de Montparnasse, donde descansa el inmenso Jean Giraud, Moebius, el gran maestro.