
Estafan a una granadina tras hacerle creer que su hija había atropellado a una embarazada
Serían las 10.45 horas del martes 28 de noviembre cuando se produjo la llamada. El hombre, que hablaba perfectamente español, quizá con un leve acento canario, le explicó que su hija se había saltado un semáforo en rojo y había arrollado con el coche a una chica embarazada que se encontraba en estado crítico en el hospital.
Pepi se puso «muy nerviosa» y pidió al supuesto comisario que le diera el teléfono a su hija. Entonces, el hombre le contó que ella tenía la cara destrozada, con nariz y dientes rotos, y que la estaban curando en dependencias policiales. «Ahora mismo está hablando con su abogado, enseguida se la paso», le dijo.
Y efectivamente, lo hizo. O al menos eso creyó ella.
Escuchó al otro lado del teléfono la voz de Sabrina, que únicamente acertaba a decir: «La he matado, la he matado. He matado a una mujer, voy a entrar en la cárcel». Pepi notó cómo lloraba su hija y creyó advertir de fondo el sonido del ajetreo propio de una comisaría, así que se creyó el engaño.