En Canadá se escribe el futuro de Carlos Sainz
Los aficionados a la Fórmula 1 empiezan a vivir una situación que en otros deportes como el fútbol ya se ha vivido en el pasado: lo que pasa entre las citas de las competiciones empieza a ser más interesante que en las propias competencias en sí.
Los Grandes Premios de esta temporada están siendo tirando a anodinos, no tanto por los resultados finales (Verstappen lleva dos carreras sin ganar y eso ya es noticia), sino porque las carreras dejan poco margen al espectáculo.
La normativa que entró en vigor el año pasado parece haber confirmado los grandes males técnicos que tiene, con dificultad para adelantar, excesiva dependencia de los neumáticos y una privación de 'show' que Liberty Media no puede tapar por mucha fanfarria y documental netflixiano se invente.