
El Vaticano se aísla para el cónclave: sellos de plomo, sistemas anti-hackers y sin señal telefónica
Situada a la izquierda de brazo corto de la basílica de San Pedro, en el lado opuesto a la mencionada Capilla Sixtina -irán de una a otra en autobús-, sus accesos han sido cerrados con 80 sellos de plomo que solo se romperán cuando haya fumata blanca.
Los teléfonos móviles, con los que se vio a muchos cardenales durante el funeral de Francisco, están estrictamente prohibidos, una medida adoptada por primera vez en 2005, cuando fuera elegido Benedicto XVI. Los purpurados tendrán que entregarlos antes del comienzo de la asamblea al igual que sus ordenadores y tablets. Incluso se les registrará dos veces antes de las votaciones.
Para mayor seguridad, además de los inhibidores de frecuencia, se ha cortado la señal telefónica a partir de las 15.00 horas de mañana. «Todos los sistemas de transmisión de la señal de telecomunicaciones para teléfonos móviles presentes en el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano serán desactivados. La señal se restablecerá después del anuncio de la elección del Sumo Pontífice», ha explicado la propia Santa Sede, que matizó que la medida no afectará a la plaza de San Pedro, donde se espera que miles de fieles aguarden al nuevo Sumo Pontífice.