
El cónclave más numeroso e incierto para liderar la Iglesia
Será también el soberano de la Ciudad del Vaticano y debe tener aspiraciones de convertirse en una figura de referencia moral para la humanidad. Al fin y al cabo, el de Papa es un cargo que desborda los límites del catolicismo e interpela también a los fieles de otros credos o a quienes, sencillamente, nos les interesa la religión.
Los 133 purpurados menores de 80 años y, por tanto, con derecho a voto en el cónclave, llegan a este día decisivo tras haber mantenido doce congregaciones generales. Son las reuniones previas a las votaciones en la Capilla Sixtina y en las que se trata la situación de la Iglesia y del mundo y se perfila cómo debe ser el nuevo Papa.
No se trata nunca de una tarea fácil y más aún para este Colegio Cardenalicio, el más numeroso e internacional de la historia debido a la voluntad de Francisco de dar cabida a representantes de Iglesias minoritarias o periféricas. De esta manera el mayor problema que tienen ante sí los electores, además de su elevada cifra, es que apenas se conocen entre ellos. El resultado de las votaciones resulta incierto y no puede descartarse la sorpresa y acabe como obispo de Roma un cardenal semidesconocido para el público.