
El «blindaje» que no blinda el derecho al aborto
Hay por ello coincidencia en las tres constitucionalistas consultadas para este reportaje en que el paso del Gobierno para «blindar» en la Constitución –el verbo utilizado por la ministra de Igualdad, Ana Redondo– el derecho a abortar amenazado por «la ola reaccionaria» constituye un movimiento poco menos que en el aire.
Un movimiento que obliga a preguntarse «si se ha hecho con un cálculo realista», según la catedrática Ana Carmona; que está alentado por un propósito tan «artificial» como «polarizador», critica su colega Teresa Freixes; y que tendría el valor «simbólico» de que en Derecho «dar nombre a las cosas ayuda», concede la exvicepresidenta del TC Adela Asua, pero no mucho más allá.
El Gobierno ha encontrado la ocasión de agitar la bandera del aborto después de que el PP se haya enredado en un asunto que cristaliza como pocos las distintas sensibilidades que coexisten en el partido; y aun cuando Alberto Núñez Feijóo fijara la posición a seguir en 2023, al asumir la sentencia del Constitucional que avala la ley de plazos que permite y delimita la interrupción del embarazo.