El atentado contra Trump desata la imaginación: la moda de las vendas, camisetas y orejas de chocolate
Donald Trump lo ha vuelto a hacer. El expresidente de EE UU ha conseguido sacar partido de otro negro episodio de su vida. Si el pasado agosto convertía su ficha policial en una inagotable y lucrativa fuente de merchandising (tazas, pegatinas, gorras...) bajo el lema 'Never surrender!' (¡Nunca te rindas!), ahora ha hecho de su atentado un nuevo icono.
Basta con echar un vistazo a las imágenes de la convención republicana celebrada esta semana en Milwaukee donde se ve a numerosos simpatizantes con la oreja derecha -la misma que el tirador le alcanzó al magnate- cubierta con un vendaje en «señal de amor» hacia su líder. Es la última moda entre los conservadores.
El expresidente apareció el lunes en la convención de su partido, un auténtico baño de masas tras el intento de asesinato, con la oreja derecha tapada por una pequeña venda. La última vez que se le había visto la tenía ensangrentada, después de que Thomas Mathhew Crooks, de 20 años, le rozara con una bala en un mitin en el Estado de Pensilvania.