
Del vértigo de los acantilados de Ajo al arenal infinito de Somo
Posiblemente el faro del cabo de Ajo pueda ser el más original de los que vigilan las costas cántabras. No por su forma, que es la de un faro tradicional, sino por su decoración. Fue pintado por el cántabro Okuda San Miguel en agosto de 2018. Destaca por su colorido, el artista utilizó 100 tonos distintos, y el diseño permanecerá hasta 2028, fecha tras la cual volverá a ser blanco.
Desde el impresionante acantilado que preside el faro se puede divisar, en los días claros, Santander. Partimos desde allí dispuestos a recorrer la costa por carreteras locales y comarcales para dirigirnos hasta Somo. Lo que por el CA 141 supondría un cuarto de hora de trayecto, por el recorrido elegido se convierte en cerca de 45 minutos. Un tiempo extra que se agradece por las vistas, sobre todo si vas con ganas de dejarte empapar de las tonalidades de verde propias de Cantabria.
A bordo del Porsche 911 Carrera Cabrio, con la capota plegada y el cielo como techo, ponemos a prueba esta máquina de precisión alemana. Lo hacemos en un trazado de curvas reviradas, con una anchura de calzada de tres metros por los que encontrarse con un coche de frente supone un ejercicio de contorsionismo para conseguir pasar.