David Peregrina, el chef mallorquín asesinado en Brasil, huyó a Sudamérica tras ser condenado por estafa en una trama de falsas hipotecas
David Peregrina era a principios de la década de los 2000 director de una sucursal bancaria de Muro. Entre los años 2003 y 2004, según recogió la sentencia que le condenó, se puso de acuerdo con el propietario de una agencia inmobiliaria para urdir una estafa a gran escala. Captaban a testaferros que se hacían pasar por compradores de viviendas a cambio de dinero.
Los estafadores falsificaban certificados de empresa y nóminas de los compradores ficticios para dar una apariencia de solvencia y también lograron tasaciones elevadas sobre las viviendas que presumiblemente se iban a vender en promociones de Palma, Santanyí, sa Pobla, Inca y Manacor. De esta manera lograron que la entidad concediera a los testaferros 18 préstamos hipotecarios que oscilaban entre los 75.000 y los 175.000 euros, lo que causó a la entidad un perjuicio de más de dos millones de euros.
Cuando la Policía investigó la trama, a finales de la década, Peregrina escapó a Brasil y permaneció fugado durante dos años. Finalmente regresó a España y a principios de 2012 fue sometido a dos juicios en la Audiencia de Palma.