Cumbre ultra en Washington
La investidura este lunes de Donald Trump como presidente de Estados Unidos será muy diferente a la que protagonizó él mismo hace ocho años. Trump ya no es una rareza sin apoyos. Ahora tiene a su disposición una amplia corte de aduladores y fanáticos para ocupar todos los puestos de poder de Washington, por lo que no tendrá que aguantar a políticos profesionales que le expliquen los límites de la democracia como en su primer mandato.
La lista de invitados a la inauguración envía un primer mensaje nítido al resto del mundo sobre qué pretende hacer Trump con ese poder.
En un gesto novedoso, ha invitado a un grupo de líderes internacionales que se mueven entre el ultranacionalismo, el populismo y la extrema derecha: el presidente de Argentina, Javier Milei; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el presidente de El Salvador, Nayib Bukele; el primer ministro húngaro, Víktor Orbán; el líder del nacionalpopulismo inglés, Nigel Farage; el ultra francés Eric Zemmour; el colíder de la ultraderecha alemana de AfD, Tino Chrupalla, y Santiago Abascal, presidente de Vox, la ultraderecha española.