Chip cerebral para reclusos: una prisión dentro de la cabeza
En un futuro cercano, las prisiones podrían no tener paredes ni barrotes. Imagínese un sistema donde, en lugar de cumplir una condena tras las rejas, los reclusos tienen la opción de recibir un chip cerebral que controla su comportamiento y graba sus emociones. Este concepto no es ciencia ficción, es una propuesta real llamada Cognify.
Esta controvertida herramienta en desarrollo sugiere una nueva forma de rehabilitar a los delincuentes mediante la implantación de recuerdos artificiales y el uso de inteligencia artificial (IA) para reconfigurar los patrones de pensamiento. Pero ¿hasta qué punto puede considerarse justa? ¿Estamos creando una solución revolucionaria o allanando el camino hacia una distopía tecnológica?
El sistema Cognify pretende ofrecer a los reclusos una opción inusual: cumplir una sentencia en una prisión tradicional o aceptar un implante cerebral como este.