
Cantabria reclamará un nuevo modelo de financiación autonómica y más sanitarios
La Conferencia de Presidentes se ha convertido ya en otro foro más de disputa política. Ni siquiera hay acuerdo sobre el orden del día.
El Gobierno central y los ejecutivos autonómicos, en su mayoría liderados por presidentes del PP, no logran a un mínimo consenso que permita cerrar los asuntos a debatir en la XXVIII Conferencia de Presidentes. Una cita revestida de “normalidad institucional” al celebrarse en Barcelona y que el lugar sea aspecto secundario. Y eso que el enclave elegido es el Palacio de Pedralbes, el mismo escenario en el que, en 2018, Pedro Sánchez y Quim Torra cerraron un texto que sentó las bases para abordar el conflicto político con Cataluña que tanto criticó la derecha.
Este “órgano de cooperación” -como define su reglamento- , concebido para trabajar por consenso y acuerdos, está hoy cerca de la irrelevancia, al filo de convertirse en algo “inútil”, según advierte un presidente autonómico. En la última edición, la celebrada en diciembre en Santander ya se clausuró sin ningún pacto.