Alcaraz, de menos a más hacia semifinales
Despegó Carlos Alcaraz hacia las semifinales de Wimbledon. Después de pasarlo muy mal contra Tommy Paul durante set y medio, el murciano despertó y brilló contra el estadounidense (5-7, 6-4, 6-2 y 6-2) para volver a las semifinales del Grand Slam londinense, donde se verá las caras ante un viejo conocido, Daniil Medvedev, al que ya desintegró en esta misma ronda hace un año.
Paul, como se podía anticipar por su racha de nueve victorias seguidas, fue un rival más que digno, con el único pero de no poder aguantar su nivel lo que requiere el reto de batir a Alcaraz. El estadounidense fue un magnífico jugador, temible, pero la gasolina y la fe le duraron una hora y cuarto. En ese tiempo, descuajeringó al español, le volvió loco y le obligó a que cada juego al servicio fuera un sufrimiento constante. Alcaraz perdió tres veces el servicio en esa hora y cuarto, pero pudieron ser muchas más, de no ser porque se agarró a la pista y se negó a irse sin luchar.
«Puedo tener lagunas, pero no pelear es otra cosa», advirtió en la previa, y redujo las desconexiones a juegos o intercambios, nunca más. Un par de subidas a destiempo le costaron el primer parcial, largo como un día sin pan, extendido durante una hora. Y el gancho al mentón le hizo empezar el segundo set también por debajo. Hubo un momento, apenas un instante, que el marcador de la pista 1 -sí, la segunda más importante, porque no hubo hueco para Alcaraz en la central-, reflejó un 7-5 y 2-0 para Paul.