
Washington cierra el paraguas, Europa a la intemperie
Europa sufre la mayor ofensiva de su historia desde la derrota del nazismo. Grandes potencias y fuerzas políticas —desde fuera y desde dentro— se proponen terminar con el proyecto europeo y, con él, con el espacio de paz, libertad y prosperidad conocido por las actuales generaciones. Vladímir Putin y Donald Trump y las extremas derechas necesitan una Europa dividida en viejas y débiles naciones.
Los dos primeros, para tratarlas por separado y desde una posición de superioridad. Los extremismos soberanistas del continente, para alcanzar el poder con la bandera de la nación pura y homogénea, hostil a los inmigrantes y enfrentada a sus vecinos, en una regresión al pasado totalitario que condujo a la guerra y al genocidio.
Ucrania está en el origen. La agresión rusa, en contravención de todos los acuerdos y tratados internacionales firmados por Moscú, es la exacta negación de la cooperación multilateral y de las organizaciones internacionales propias del mundo posterior a 1945.