
Un verano plagado de despedidas icónicas
Cada año en el fútbol se producen despedidas emotivas de jugadores que se dejaron el alma por el club de sus vidas, pero este verano ha concentrado muchas partidas sensibles en muy poco tiempo. La más reciente es la del surcoreano Heung-Min Son, que el pasado sábado anunció su marcha del Tottenham tras diez temporadas en las que anotó 173 goles y 101 asistencias en 454 partidos.
Son tiene ya 33 años y pone rumbo a Los Ángeles FC, pero a lo largo de su carrera tuvo flirteos con equipos que le ofrecían mayores posibilidades de ganar títulos y aun así se quedó en los Spurs. Finalmente, logró darle a su afición la Europa League, un ansiado título que se hizo esperar más de trece años.
Con ese objetivo cumplido, Son pone fin a su etapa en el club por todo lo alto y deja un legado imborrable.