
Trump propone al resto de la OTAN aranceles secundarios sobre China para que fuerce a Rusia a acabar la guerra
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empleó este sábado, de nuevo, el comercio internacional como arma de presión geopolítica. Trump ha llamado al resto de países que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, que es una alianza militar, no económica) para cerrar una nueva ronda de “importantes sanciones” a Rusia, el fin de las compras de petróleo procedente de ese país. También a lanzar aranceles secundarios sobre China, el mayor comprador de crudo ruso. Ha asegurado que lo que busca con la medida es forzar a Moscú a poner fin a la invasión de Ucrania.
La nueva andanada de Trump llega en medio de importantes presiones de su equipo a la Unión Europea para que imponga aranceles a China y a India −los principales compradores de crudo ruso− de hasta un 100% para que dejen de comprar petróleo al autócrata ruso Vladímir Putin. La presión de la Casa Blanca sobre Bruselas —con quien acaba de firmar un acuerdo comercial sobre aranceles muy controvertido por las cesiones de la UE— es grande, según confirman varias altas fuentes comunitarias. Ahora, Trump también ha puesto el tema sobre la mesa del G-7 de las economías más industrializadas del mundo.
La UE, que está negociando un pacto comercial con India, no es en absoluto partidaria de lanzar esos impuestos, al menos por ahora, aseguran varias fuentes. Sigue apostando por las sanciones al Kremlin, a su órbita y a quienes le ayuden a eludir las restricciones. Bruselas trabaja ahora en el decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia por su guerra contra Ucrania.