
Policía y Guardia Civil usan un sistema de escuchas ambientales sin control judicial efectivo
La presencia de Egobox en el juicio de la 'operación Mito', que concluyó la semana pasada en la Audiencia Nacional y en el que fueron juzgados José Ramón Prado Bugallo, alias 'Sito Miñanco', o Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, ha evidenciado los «agujeros legales» de este sistema de interceptación de sonido y geolocalización, según sostienen las defensas.
Un dispositivo que fue colocado por policías en el salón y la cocina del chalet de Pontevedra propiedad del histórico narco y que permitió atribuirle el intento de introducir un buque en España con casi cuatro toneladas de cocaína en octubre de 2017.
Vendido en exclusiva por la empresa Fortier Europe, con sede comercial en Boadilla del Monte (Madrid), el funcionamiento de Egobox se resume así: un sistema de microfonía (dispositivo emisor que ha sido previamente instalado bajo orden judicial) se activa cuando detecta una conversación o un sonido ambiental. Entonces, realiza una llamada a un teléfono móvil (receptor) el cual está acoplado a una grabadora (sistema de grabación).