
Occidente confronta en el Consejo de Seguridad a una Rusia burlona que niega haber entrado en espacio aéreo de la OTAN
El incidente tuvo lugar el 19 de septiembre, cuando tres aeronaves rusas armadas, del modelo MiG-31, violaron el espacio aéreo de Estonia durante diez minutos. Estos cazas supersónicos fueron «rápidamente interceptados y escoltados» fuera del espacio aéreo europeo por las fuerzas de la OTAN, asegura Rutte.
Esta incursión se suma a la que tuvo lugar el 10 de septiembre, cuando varios drones rusos violaron el espacio aéreo polaco. «Numerosos aliados, incluidos Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega y Rumanía, también han experimentado violaciones de su espacio aéreo», afirma el jefe político de la Alianza, quien ha reiterado que Rusia «debe detener» este tipo de acciones.
Mientras, la respuesta de la OTAN «sigue siendo robusta». Recientemente, tras la incursión en Polonia, la Alianza anunció su intención de lanzar una misión militar llamada 'Centinela del Este' para reforzar sus capacidades en el flanco Este y disuadir cualquier amenaza por parte de Moscú, con defensa antiaérea y tropas. «Rusia no debe tener ninguna duda: la OTAN y sus aliados utilizarán, de acuerdo con la ley internacional, cualquier herramienta militar y no militar necesaria para disuadir cualquier amenaza. Nuestro compromiso con el Artículo 5 está blindado»