3Foto1Video© canarias7.es'La infiltrada' en ETA de Díaz Yanes defrauda en San Sebastián
La cita a la cinta de Arantxa Echevarría no es baladí. 'Un fantasma en la batalla' cuenta exactamente la misma historia, la heroicidad suicida de una guardia civil (en 'La infiltrada' Carolina Yuste era policía nacional), que se camufla en círculos abertzales de la Parte Vieja donostiarra hasta acabar formando parte de un comando de ETA. Susana Abaitua es la esforzada protagonista de un largometraje en el que el espectador, al menos durante la primera hora inicial, no puede dejar de establecer comparaciones con el filme de Echevarría.
Amaia pasa una década como agente encubierta hasta que gracias a su labor se descubren los zulos de la banda terrorista en el sur de Francia. La Operación Santuario, en colaboración con la Policía francesa, fue clave para terminar con ETA y marcó un antes y un después en la lucha antiterrorista. Si 'La infiltrada' apostaba por las hechuras de un thriller de acción comercial, 'Un fantasma en la batalla' se muestra más didáctica y ambiciosa. La peripecia de la protagonista no oculta su intención de contar a su vez la historia de un país que sufrió la violencia durante medio siglo.
Estamos ante una producción de Netflix, con Juan Antonio Bayona como productor, que poca carrera hará en las salas cuando se estrene el 3 de octubre porque el 17 del mismo mes ya estará disponible en la plataforma. Para esos espectadores del resto del mundo los créditos iniciales informan de que ETA contabilizó 44 asesinatos hasta la llegada de la democracia desde su nacimiento en 1959.