
Jorge Martín vuelve a empezar
Cuando lean esta columna, Jorge Martín ya habrá hecho sus primeros kilómetros con la RS-GP25 en Losail. Ojalá que hayan sido muchos y que le hayan ido bien. El madrileño -vigente campeón mundial de MotoGP- no merecía el infortunio que tuvo en la pretemporada en forma de doble caída y sendos pasos por el quirófano después de hacer apenas una docena de vueltas en Sepang y un aciago entreno de supermotard en un karting.
Un tiempo de relación tan escaso que no es que haya permitido a él y su Aprilia conocerse, enamorarse ni mucho menos seducirse, sino que fue tan breve que casi ni les dejó tutearse o intercambiarse los teléfonos
Ha sido una pena que no haya podido lucir el número 1 en el carenado de su moto desde la primera carrera, pero aún resulta más triste la negativa que ha recibido a su súplica de poder hacer un test de verdad antes de ese ensayo con “fuego real” que tendrá este fin de semana en Qatar. Era por su bien, claro. Y sobre todo por su seguridad; pero también por la del resto de sus compañeros en la parrilla.