Errejón, disfraz de Halloween
Errejón es el nuevo payaso asesino. Los que lleven mañana la careta del ex diputado provocarán tantas carcajadas como mal rollo. Encontrarte por Lavapiés a Errejón la noche de Halloween es para salir corriendo hasta Chamartín.
Lo siento por las víctimas, presuntas o no, pero los villanos, y más aún los supervillanos, traspasan ese lugar del cerebro que los reconoce como delincuentes y pasan al salón pop donde es posible idolatrar a Charles Mason no ya por lo que hizo sino porque está de moda.
No es tampoco este papel, el de disfraz de terror, absolutamente neoliberal y tan capitalista que ha matado a nuestros muertos, el que quisiera Errejón para sí, pero ya solo le queda ser el malo de verdad o serlo para gastar bromas. Al cabo, fue una careta.