El Reina Sofía demuestra la vigencia del esperpento como estética para entender la realidad
Un siglo después de su cristalización, el esperpento está más vivo que nunca. Aparte de que la palabra ya forma parte del lenguaje y el acervo comunes, lo grotesco, lo extravagante y lo absurdo están integrados en la cultura popular. Una exposición del Museo Reina Sofía, 'Esperpento.
Arte popular y revolución estética', que permanecerá abierta hasta el 10 de marzo, exhibe numerosos documentos, objetos y obras artísticas que ayudan a comprender que el esperpento es más que una propuesta literaria asociada al teatro de Valle-Inclán.
Es todo un pensamiento estético enraizado en la caricatura, las marionetas, el carnaval, el retablo y los inventos de la época, como el fantascopio y la linterna mágica. La muestra bucea en la genealogía de esta tradición y descubre que el esperpento hunde su raíces en la novela picaresca, lo goyesco y la cultura visual del arte decimonónico.