
El cambio de avión en la Patrulla Águila obliga a repensar el espectáculo de la Fiesta Nacional
Comienza la temporada de ferias del libro y pocos se salvan de presentar el suyo o el de un conocido. Esto sucede en primavera, pero ... el resto del año proliferan los simposios, encuentros y seminarios sobre el turismo, el emprendimiento, la IA, el IPC, la ESO, el ICO o la ITV. Si antes, a las ocho de la tarde, te daban una conferencia, ahora, a las diez de la mañana, asistes a unas jornadas. Y me parece muy bien. Lo que no me gusta es el diseño escenográfico de estos actos.
Lo que se lleva es eliminar las mesas alargadas o semicirculares con sillas y micrófonos de pie para sustituirlas por butacas y micrófonos de mano o diadema. La mesa te protegía las piernas, solo eras un busto parlante y gesticulante. El sillón muestra todo tu cuerpo, obligándote a posturas inverosímiles si llevas falda o si debes ocultar discretamente que tus calcetines son demasiado cortos.
Algunos sillones son esponjosos, profundos y envolventes, te embuten, te hundes, te aprisionan, son ideales para dormir la siesta, pero no para charlar moviendo los brazos. Sin mesa delante, no puedes manejar papeles y como el micro sea de mano, tampoco puedes gesticular. Un calvario.