
Despega al fin la misión que traerá de vuelta a los astronautas atrapados
Suni Williams y Butch Wilmore, los dos astronautas varados en la ISS, llegaron al laboratorio en órbita el pasado 7 de junio. Debían permanecer allí no más de diez días, pero un sinfín de problemas y retrasos han alargado su estancia más de nueve meses.
El origen hay que buscarlo en la Starliner, la desastrosa nave construida por Boeing como alternativa a las Dragon de Space X, la empresa espacial de Elon Musk. En su calamitoso desarrollo se detectaron incidencias con los paracaídas y cables que se incendiaban, entre otros muchos.
Cuando finalmente pudo despegar y llevar a Williams y Wilmore, se encontraron fugas que desaconsejaban que volvieran en ella en el plazo previsto. Ni todos los esfuerzos de los ingenieros de la agencia espacial y del gigante aeronáutico consiguieron subsanar las deficiencias. Regresó sin tripulación en el mes de septiembre.