
Trump contra la prensa y los jueces
Los medios de comunicación han sido desde el principio su enemigo favorito, en clara estrategia para desacreditar de antemano las publicaciones que no le sean favorables, pero la propuesta de ayer destila un nuevo nivel de autoritarismo: ilegalizar la cobertura mediática de sus casos judiciales porque, según él, se hace «para intimidar a los jueces». Desde su punto de vista, los magistrados, incluyendo algunos del Supremo que citó con nombres y apellidos, son víctimas de una campaña de acoso, y él, mártir de una conjura universal.
Su apuesta por ganar las elecciones para evitar la cárcel funcionó. Desde entonces la mayoría de los casos han sido archivados o desestimados. La propia fiscalía de Nueva York sugirió evitar una condena que hubiera sido incompatible con el ejercicio de su presidencia y, probablemente, anulada por el Supremo.
Por esas mismas razones, el fiscal especial Jack Smith pidió que se retiraran los cargos relacionados con su participación en el intento de alterar los resultados electorales de 2020 y el robo de documentos clasificados que escondió en Mar-a-Lago. Queda en el aire el caso de intento de corrupción electoral en Georgia.