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Metro de Madrid ya tiene ubicación para su nuevo Centro de Atención al Cliente
Hace un año, Elon Musk concedió una entrevista a la cadena de televisión estadounidense CNBC. El entrevistador le preguntó por qué estaba constantemente tuiteando cosas como «George Soros odia a la humanidad» (Soros es un filántropo progresista que se ha convertido en la bestia negra de la ultraderecha).
Soros respondió con una referencia cinematográfica: «Hay una escena en La princesa prometida –gran película– en la que el protagonista se enfrenta a la persona que mató a su padre. Y dice: ‘Ofréceme dinero. Ofréceme poder. No me importa’… Diré lo que quiera decir, y si la consecuencia de ello es perder dinero, que así sea».
Musk se gastó 44.000 millones de dólares en comprar Twitter, que pasó a llamarse X. Una evaluación reciente llegó a la conclusión de que su valor es ahora de unos 15.000 millones. Musk quemó 30.000 millones de dólares en apenas un par de años. Y le da igual. Lo que estaba comprando era atención. Por eso dijo que si la consecuencia de poder decir lo que quisiera era perder dinero, que así fuera.