Los padres de Sam Bankman-Fried buscan indulto de Donald Trump
Desde la muerte de John F. Kennedy, los presidentes de Estados Unidos han tomado todas las medidas posibles de seguridad en el coche presidencial. Una auténtica obra de ingeniería a prueba de todo tipo de peligros.
El coche presidencial de Donald Trump no es solo un vehículo: es una fortaleza sobre ruedas diseñada para hacer lo imposible y proteger al presidente de cualquier amenaza imaginable. Con un blindaje digno de un tanque, sistemas de defensa propios de una película de espías y secretos que solo unos pocos conocen, esta limusina es prácticamente intocable.
Es una obra de ingeniería en toda regla, no solo por su peso de 9 toneladas, es decir 3 hipopótamos juntos, por lo que va equipado con todo lo que te puedas imaginar. Para empezar, las puertas tienen un grosor considerable, por lo que te puedes imaginar que están a prueba de balas. Es más, las palancas para abrir la puerta también tienen equipado un sistema eléctrico que, en caso de querer abrirlas te darán una fuerte descarga eléctrica.