
El Retiro enseña su búnker contra los bombardeos en la Guerra Civil
Con el estallido de la Guerra Civil, Madrid fue la primera gran ciudad en ser atacada con bombardeos aéreos. En la noche del 27 al 28 de agosto de 1936, un avión alemán arrojó las primeras bombas sobre la plaza de Cibeles, entonces plaza de Castelar, donde tenía sede el Ministerio de Guerra de la República. En diciembre de aquel año, los muertos civiles y militares a consecuencia de los misiles procedentes de aeronaves se contabilizaban por centenares.
Frente a esta situación, en 1936 se inicia en el parque del Retiro la construcción de un refugio de 135 metros de largo con cinco galerías abovedadas, a ocho metros de profundidad, para salvaguardar la vida de 275 personas en caso de emergencia. Este espacio de protección se finaliza en 1938 y no hay base histórica que argumente que llegó a emplearse para su fin originario. Sus usos han estado ligados a labores de almacenaje.
Hoy continúa siendo un búnker completamente desconocido para muchos transeúntes que, ajenos a su existencia, caminan sobre las cinco planchas metálicas que conducen a su interior, alineadas en paralelo a la calle Menéndez Pelayo, cerca de la Puerta de la Reina Mercedes y junto al paseo de Panamá.