De Telefónica a Indra: el largo brazo inversor de Moncloa
Bajo su paraguas aparecen empresas como Correos, Navantia, la agencia de noticias EFE, Hunosa, Sepides o Tragsa. De todas ellas, el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda -responsable último de la SEPI-, es el accionista mayoritario o, incluso, el único propietario. Pero cada vez más, Moncloa toma posición en empresas del Ibex-35 y en otras cotizadas. «Es un instrumento estratégico en la aplicación de la política diseñada por el Gobierno para el sector público empresarial», señalan los economistas.
Con el paso de los años, este brazo inversor ha ido acumulando poder en empresas estratégicas, la última de ellas fue Telefónica. Durante el pasado mes de abril, el desembarco de los saudíes de STC puso en alerta a La Moncloa y llevó al Ejecutivo de Sánchez a reforzar su presencia en la teleco española más de dos décadas después de su venta y, ahora, a pilotar su rumbo al poner como presidente a un afín, Marc Murtra. Pero Telefónica no es la única.
En febrero de 1997 el Gobierno de José María Aznar puso a la venta casi 200 millones de acciones que el Estado poseía en Telefónica. «La mayor OPV hasta aquella fecha», recuerda la SEPI en su página web. Registró más de 1,2 millones de peticiones y obtuvo unos ingresos brutos de 3.786 millones de euros con un precio de venta por acción de 19,47 euros. Casi tres décadas después, ahora con Pedro Sánchez al mando, la SEPI posee el 10% de la teleco y se ha convertido en el principal accionista. Por tanto, es clave para la toma de decisiones, como el consumado relevo en la cúpula.